Lentejas de Chatis

Hay cosas que no quiero olvidar, y una de ellas es la sazón de mi abuelita. Sus lentejas, aún no las he encontrado en un libro… y por eso, antes que se me vaya borrando la receta de mis recuerdos, quiero dejarla acá para que el mundo pueda disfrutarla

Receta para 4 personas
2 tazas de lentejas.
4 salchichas supercelofán de Koller cortada en rodajas (diagonales)
1 cebolla cabezona mediana
2 tomates
Hierbas francesas
Sal
Pimienta
Mantequilla
1 taza de leche

  • Dejar en remojo las lentejas desde la noche anterior. Acá pueden ser las comunes. Son las de toda la vida y me parecen riquísimas, aunque últimamente me obsesioné con las lentejas pardinas que me parecen gorditas y no se desbaratan tan fácil…
  • Sofreir las salchichas y reservar.
  • Sofreír en mantequilla la cebolla picadita y el tomate, sin cáscara. Me gustan los tomates san marzano o los chontos. Para esta receta creo que el chonto rememora mejor el sabor original.
  • Agregar las lentejas al sofrito, poner las salchichas, condimentar, y cubrir con agua.
  • Poner en la olla de presión 15 minutos. yo uso una olla de presión eléctrica, y la programo para 15 minutos, y que libere el vapor.
  • Destapo y agrego la leche y dejo que vuelva a hervir.

Sirvo en cazuelitas, y acompaño con arroz blanco con fideos, tajadas de plátano maduro en cuadritos, y aguacate.

Chascarrillos de la cuarentena

En una clase sensorial del colegio de mi hija, le pasamos un algodón impregnado de alcohol etílico. A la pregunta de a qué huele, mi hija contesta: A cuarentena. Esto es igual que cuando ponemos incienso y ella dice que le huele a Apulo, pues en Apulo prendemos incienso en las noches para espantar los mosquitos.

Al comienzo de la cuarentena, cuando era restringido salir, inclusive a hacer ejercicio, en familia nos dedicábamos a ser los vigilantes, y llamar a la portería o la policía cuando veíamos algo que no cumplía la Ley. Mi hija se acostumbró ahora a cada vez que ve a alguien solo o sin perro en la calle, a gritar: “A la casaaaaaa”, o me llama y me dice: “mamá, llama a la policía”.

Cuando iba a empezar la cuarentena, esa semana antes, yo fui por última vez a un supermercado. Principalmente, iba buscando alcohol (que estaba agotado), y otras cosas. Hice mercado del fin del mundo, compré el mandatorio papel higiénico del Apocalipsis, y vi como habían pocos huevos, compré un montón… Pensando en una escasez de huevo (?), decidí racionarlos , y asignar un huevo diario por persona… Al día de hoy, mi mamá y mi esposo no lo superan.

En esta casa tomamos la desinfección muy en serio. Hay un pasillo de cuarentena, donde las cosas que llegan a la casa se almacenan varios días mientras “se muere el bicho”.

Sesquilé a la vista

Por fortuna, la casa de mis abuelos, que era la de los abuelos de mi mamá, sigue en nuestra familia.

Los años y las diferentes dificultades económicas por las que mi familia ha pasado, hicieron que Sesqui se convirtiera en ese lugar seguro.

Muchas veces se ha visto la necesidad de venderla, pero varias razones lo han impedido.

Ayer que estuvimos corriendo en el pasto, viendo a las ovejas, los conejos, el perro y el gato con mi hija, di gracias que ahí seguía y nosotros también.

Tener un sitio así, en esta época de pandemia, es muy valioso. Lo atesoro cada segundo. Y ahora, que no hay restricciones para viajar, será el momento de usarla cada vez mas.

Los 4 años

Mi mamá me hizo caer en cuenta que hacía rato no escribía sobre mi hija. Realmente, la memoria no es tan prodigiosa, y tener la posibilidad de recordar vívidamente sin ayudas, es un don de pocos… por mi parte, los recuerdos se desvanecen rápidamente, por miles de razones, y por eso, creo que es buena idea recordarlos acá.

MI hija cumplió 4 años en mitad de la cuarentena. Yo tenía planeado una fiesta casi que de despedida de jardín, en una granja, con toda la temática de la granja de Zenón…. pero no se pudo… hicimos un cumpleaños en familia. Mi mamá, mi esposo, mi hija y yo. Su Ponque escogido fue de my little pony. La decoración la reciclamos. Con mi hija, abrimos la caja de las fiestas pasadas, y usamos la decoración de Winnie the Pooh, que por cierto se quedó varios días por ahí puesta. Hubo regalos: de los favoritos estuvieron el carro de control remoto de rayo McQueen, el micrófono dorado, el libro del tragasueños, la cámara de fotos.

A esta edad, de los juegos favoritos está jugar a los ninjas, a los pokemones, a los súper héroes, a guardia del leon, hacer carreras de caballos donde ella es tormenta y yo relampi. Le encanta jugar a las escondidas y se queda súper callada y en buenos escondites, aunque solo sirvan una vez, porque siempre vuelve al mismo. Le encanta correr.

Estuvo altamente impresionada por las nuevas aspiradoras: la iRobot y la karcher. Les pareció un gran plan perseguirlas y llevarlas por la casa. Con su abuelita juega mucho al zoológico con las máscaras de tigresa cristal, y el venadito Bambi.

Su libro para dormir favorito ha sido tragasueños, y ya se sabe la invitación para dormir.

Ahora solo nos bañamos las dos juntas. Se lava el pelo día de por medio sin pelear. Sale de la ducha caminando con crocs. Le enseñamos, porque su Abi no podía seguir saliendo con ella alzada.

Tuvo su primer castigo en la cuarentena, que fueron dos horas sin tv. Estuvo super triste. Yo también, me dio tristeza oírlo llorar. Pero a lo hecho pecho.

Disfrazarse y maquillarse es de los planes favoritos, también maquillarse ella misma, con el espejo y todo.

Primera vez también que tomó su sopa sola. Aunque necia para comer, a trancas y mochas, termina comiendo todo.

Me ayuda a hacer el desayuno el fin de semana. Hacemos arepas, pancakes, huevos, y pone la mesa. Ama el helado y el chocolate. Las donas son una gran debilidad, igual que la pizza margarita. Come kibbes y empanadas con gusto.

Sus programas favoritos son: la guardia del leon, booba, pequeño pony, miraculous, Jorge el curioso, blipping (hasta lo sabe deletrear). Maneja perfecto Netflix y prime tv. Ya tocó poner control parental. Pone sus propios dvds.

Le gusta el milo, un poco caliente, un poco frío. Milo tibio. CuNdo no quiere comer mas dice que está satisfecha o que prodibido la comida, y hace un sigo x con los dedos índices.

La terminación de vuelta canela. Ha sido súper triste para mi. Desde desprenderse de sus amigos, cambiar sus rutinas, fue tenaz. Yo tenía muchas expectativas, y todas a la caneca con la pandemia. Igual el grado fue muy lindo y tierno. Mi hija estuvo muy contenta. Mi recuerdo es un gran mural en casa de sus trabajos. Este tema amerita post propio.