Debo confesar que tengo muchos sentimientos encontrados…
Siempre pensé que el embarazo no era más que una espera de la llegada del bebé. Ahora, que llevo 37 semanas con mi bebé en la barriga, no quisiera que terminara. Ese vínculo creado es lo máximo. La intimidad de sentirla en cualquier momento del día, yo sola, sin tener que compartirlo, es única.
Hoy mientras hacía un vídeo de cómo se mueve la panza tras sus piruetas en su hora de ejercicio, me dio una nostalgia tremenda. Pensar que el martes esa etapa habrá acabado me da mucha emoción, pero también nostalgia y añoranza de tenerla ahí tan cerquita, y solo para mí.
A ese sentimiento se le suma que también me da una nostalgia terrible terminar para siempre esta etapa de mi vida en pareja con mi esposo. Ya nunca más seremos los dos, me pregunto, qué pasará con nuestros chistes internos? Con nuestras bromas? Con la dinámica que ya tenemos para todo, desde el desayuno, la ducha de los domingos?, las sesiones de tv? De golf? Obvio que estoy feliz de que llegue la bebé para cambiarlo todo y me siento feliz de asumir su crianza, pero ver cómo se acerca el final, me da como tristeza, nervios, ansiedad, expectativa y nostalgia…
Amanecerá y veremos